9,5

Nerua

Josean Alija
Country: España
City: 48001 Bilbao. (Vizcaya).
Address: Abandoibarra Etorbidea, 2.
mapa
(+34)944000430
Closed: Domingos noche, lunes todo el dia, martes noche y quince días en enero.
Price: 90/130 €
Tasting menu:: 60 y 89 €


  • Chipirones Confitados con Caldo Negro de Aceitunas, Algas, Tintas y Verduras Tostadas
  • Foie Gras Natural con Pincelada de Escabeche al Jugo de Jamón, Nabo Blanco Confitado en Leche de Arroz y Menta Naranja
  • Garbanzos Guisados con con su Caldo a las Hierbas Aromáticas, Café y Jengibre
  • Espinacas Guisadas, Leche de Almendra y Flores Coliflor y Emulsión de Agua de Tomate y Aceite de Oliva
  • Raspas de Anchoa, Hierbas Ácidas y Picantes y Fresas
  • Espárrago Triguero, Aguacate, Rúcula y Extracto de Trigo Verde
  • Bonito, Pimiento Verde y Jugo de Tomate
  • Merluza Frita, Vainas y Praliné de Semillas de Calabaza
  • Tendón de Vaca, Pimiento Choricero y Especias
  • Tomates Relleno de Jugo de Albahaca en Consomé de Alcaparras
  • Tomates Relleno de Jugo de Albahaca en Consomé de Alcaparras
  • Guisantitos Lágrima, Yema de Huevo Encebollada y Vainilla
  • Guisantitos Lágrima, Yema de Huevo Encebollada y Vainilla
  • Cabello de Ángel, Plátano y Helado de Limón
  • Manzana, Menta, Crema de Patata y Ciruelas

      Estamos, lo repetimos, por enésima vez, ante un cocinero dotado de unas cualidades innatas proverbiales, ante un GENIO. Eso es por encima de otras consideraciones Josean Alija. Su cocina se diferencia sustancialmente de todos los estilos y referencias imperantes en los últimos años; tiene una independencia y un criterio superior a la de cualquier otro chef español. Dos temas sobresalen. En primer lugar, su esencialismo radical a la hora de construir, con muy pocos elementos en escena, tendencia que viene cultivando desde los 22 años, pese a su juventud (35), siempre fue un niño prodigio. En segundo término, la pasión por lo vegetal, que se trasluce en platos verdes, exultantes de naturaleza y naturalidad, que en los últimos tiempos se ha visto compaginada con una presencia mayor de mariscos, pescados y carnes, en aras de buscar carnosidad, de incrementar la gustosidad y comercialidad. Filosofía a la que hay que añadir otras muchas virtudes, entre las que nos permitimos destacar un paladar y un gusto estético depuradísimos, que se plasma en sabores inmaculados, en el aspecto sumamente liviano y dietético de sus platos y en la capacidad de asombrar no solo sípidamente, sino también a la vista; con disposiciones tan sencillas como estéticas, hasta el punto de ser uno de los contados cocineros a quién se identifica por sus platos. Hay mucho más, humildad y sentimiento, coherencia y felicidad, un ser hecho a sí mismo...alejado de modas y tendencias, a la que es tan proclive la inspiración predominante entre los grandes chefs, la inmensa mayoría todavía condicionados por la obra de Adrià. No puede ser más original, más pulido, más sutil en su armónica complejidad. Toques mágicos.
      La carta ha cambiado en su totalidad con contadas excepciones, algunas de las cuales aparecen y desaparecen oportunamente. Sigue, en primavera, y creemos que debiera seguir de por vida la obra cumbre de los guisantitos lágrima en la alta cocina (Ver en Grandes Platos), crudos y calientes, explosivos, envueltos en un sabayón de huevo, cebolla y vainilla, que depara excitantes contrastes sápidos y táctiles. Otra fórmula que tampoco se puede ni podrá quitar en verano son los asombrosos y exquisitos tomatitos rellenos de explosivo jugo de albahaca y otras hierbas, alguno levemente ahumado, nadando todos ellos en un efusivo consomé de alcaparras; construcción que brinda un mundo de sensaciones con un único protagonista. Probablemente la mejor creación de la cocina de vanguardia con el tomate como protagonista. Y luego, a lo dicho, los caprichos del chef, que de vez en cuando retoca y reinventa esta o aquella propuesta consagrada.
      Si hubiese que elegir, entre las creaciones del 2014, nuestras favoritas, no dudaríamos en señalar un par de composiciones que tienen por protagonistas a dos ingredientes inexcusables en la obra de Alija, los chipirones y el foie gras.
      Menos es más: los chipirones confitados en aceite con aromas de café a 65 grados durante 50 segundos, brindan unas sensaciones táctil y sápida desconocidas, de crudos y calientes, apenas cocidos, aportando un gusto inédito, virginal, que se engrandece con una electrizante salsa negra que marca una ecuación perfecta en la que aparecen las aceitunas negras, las algas y la tinta, sobre un tenue fondo de verduras y legumbres tostadas. ¡Qué maravilla!
 Otro producto estelar de la casa, el foie gras, que desde aquella celebérrima articulación con regaliz y zanahoria, que nació con la primera carta que diseñó Josean, no ha dejado de conseguir sobresalientes. Nobilísimo y perfectamente tratado, al más puro estilo Michel Bras, un troncho
voluminoso, carnoso y, a la vez, mantequilloso, de corte limpio al meterle el cuchillo, que se mastica, excelso en sí mismo, que se remata enriqueciéndolo con unas pinceladas de escabeche ilustrado con caldo de jamón, unos nabos confitados en leche de arroz, una brizna de menta naranja y unas bolas de pimienta. No se puede resaltar más la manjarosidad con tanta concreción. La caraba.
      No menos trascendentales los garbanzos, los mejores comidos en nuestra vida, años luz de todos los comidos hasta ahora. Un 10 por materia prima, procedentes de León, de un pequeño productor, de la variedad Pico Pardal, por atinada cocción, además de pelados y por el realce, un caldo de la propia legumbre texteuridado y generosamente impregnado de aromas campestres y exóticos: perejil, cebollino, tomillo, café y jengibre. Más elemental, más húmilde, más diferencial imposible. No es un garbanzo, como aparece en la foto, son un huerto en medio del huerto.
Cuarto 9,75/10 o cuarto 10/10: espinacas guisadas, es un decir, con leche de almendras y flores de coliflor, con emulsión de agua de tomate y aceite de oliva, con un jugo de alcachofas, con pimienta, tenía que ser verde, con gollollos de menta, más verde, con espinacas crudas. La mejor cocina vegetal que se pueda concevir.
Quinto, sexto y septimo sobresalientes: el tomate morao; espárrago triguero con aguacate, rúcula y extracto de trigo verde y la merluza frita, única en su género, que tan delicada y crujiente capa, con cabello de ángel y pimienta verde. Más: bonito con pimiento verde y tomate y anchoas fritas con huevo, albahaca y perejil; más 10/10: las quisquillas, crudas y tibias, con coliflor, rábano y mostaza. Y así siguió esta orgía de sensaciones excitantes que en su naturalidad nos hicieron perder la sensación de realidad...tanto arte, tantísimo arte, nos trasladó a un estado de intuición...porque el artista nos traslada a un mundo que por no natural reusa inimaginario ni comprensible.
Solo se puede sentir e intuir; esta fuera de parámetros.
Josean siempre ha sido un pastelero culinario de primerísimo orden. Valga la alucinante mezcla de manzana con crema de patata, romero y ciruelas para consagrar su inmensa grandeza. Ponme y ponme de terre integradas idílicamente. No se puede ser más ingenioso plasmando sabores eternos. Más aún, un trapantojo con forma de huevo frito con patatas paja que alardea de un recurso técnico inabitual, por lo nada proclime que es el chef a estas modas: cabello de ángel, plátano y helado de limón, en el que vuelve a confirmar sabores de siempre purificados y refinados hasta el infinito.
Por lo demás, el local ha ganado enormemente con la nueva ubicación e instalaciones, como no podía ser de otra manera: tan minimalistas como artísticas, que ofrecen una atractiva vista sobre la cara del Guggenheim que mira al Nervión. Un restaurante de 5 estrellas, que ahora ofrece parking particular para la clientela en los terrenos del Museo, al lado del río.

 

 

 



9

Les Prés d´Eugénie-Michel Guérard

Michel Guérard
Country:
City: 44320 Eugenie Les Bains
Address: 234 Rue René Vielle
mapa
(+33)0858050607
Closed: Lunch except Saturdays and Sundays, and from 03/01 to 10/03.
Price: 200/350 €
Tasting menu:: 140, 160 y 190 €


  • Terrina de Foie Gras en Gelée de Pomerol y Especias con Brioche y Confitura de Uvas
  • Zéfir de Trufas Negras con Isla Flotante, una Deliciosa Crema de Potaje Y Crujiente de Queso
  • Esparragos Blancos con Lamina Cruda Rizada y Holandesa Espumosa de Guisantes
  • Ravioli Espumoso de Champiñones y Morillas con Trufa y Espárragos Verdes
  • Bogavante Asado y Ligeramente Ahumado en la Chimenea con Endibias Dulces y Amargas Confitadas en Leche de Coco.
  • Suprema de Pato Asado y Rosado con Foie Gras Quemado con Azúcar y Ginebra y Diversas Frutas
  • Pastel Mullido del Marqués de Bechamel con Helado Fundido de Ruibarbo
  • Milhojas con Frambuesas y Chantilly Cremoso de Limón

Michel is the classiest cook we have ever met, both humanly and professionally speaking. He is a real gentleman, an aristocrat of hotel business who, with the extremely valuable help of his wife Christine, has been able to build one of the most charismatic restaurants in the world. A real palace brimming with distinction and warmth, exquisiteness, in complete harmony with the surrounding landscapes, in the middle of nowhere, lost in the country, far from noise and crowd. A haven of savoir-vivre for those who want to feel happiness through their taste buds.
If the property and the atmosphere are unique, so is Michel, a real historical figure who, together with Chapel, made sense out of Nouvelle Cuisine in the seventies and eighties, followed later by Robuchon, Bras and Adrià. These are the names that have been marking our culinary life. Although we could add some more to the list –some have already reached the top, others are on their way to glory…–, depending on personal convictions and tastes, Guérard and Chapel are definitely unquestionable and universally recognized. Only time will allow us to analyse their work within a broader perspective.
Guérard is a romantic. Despite of his age (79, born 27th March 1933), he conducts his culinary army every evening and every weekend (at lunchtime). A troop of young masters who unflinchingly materialise this GENIUS’s work, i.e. the dishes Michel created and interpreted with his personal touch and his unbeatable virtuosity. His work, summarized in the restaurant’s menu, is being modified, refined and updated according to times and to his nature. His oeuvre has already become a classic. A perfect cuisine that reflects a specific time and a concrete author. We are before a Cervantes or a Shakespeare, here. Before a sublime work of Nouvelle Cuisine. If you want to know about the best cookery of that period –readapted, reinterpreted and constantly evolving–, just go to Eugénie-Les-Bains. If you get free from conceptual avant-gardism, you will simply eat marvellously.
Here is the first flashing proposal that gathers top product, culture from the Landes region, and erudition of French haute cuisine: slightly smoked foie gras terrine over spices gelatine and Pomerol wine, served with brioche, farmhouse bread and grape jam. The universality of great French cookery is reflected by the truffle zephyr over floating island, covering some vegetable cream and crunchy cheese. Excellent, ultra fresh and ideally done –al dente– product, preserving the original consistency and bitterness: this is the exact description of the thick white asparagus, sliced raw and curly, garnished with some inconsistent, ethereal and pea-flavoured Dutch sauce. The gigantic and translucent ravioli of mushrooms, morels and truffle, served with green asparagus and foamy sauce of wild mushrooms, was the first step of the pasta revolution in France, inspired by Chinese subtlety. Another historical creation is the roasted lobster presented in medallions into its shell, together with a slight hint of smoke from the grill, and garnished with herbs from the Priest’s vegetable garden, melted butter, and a dish of bitter and sweet chicory, crystallized into coco nut milk. The chef always proposes something new based on consecrated motifs, such as the pink duck breast, served with a huge piece of foie gras burnt with sugar and gin, as well as some fruity elements.
The desserts remind the great French patisserie Guérard represented the glory of: white Melba peach with red berries caramelized with candy sugar and verbena ice cream; millefeuille with lemon Chantilly cream and raspberries; mollet pie from De Bechamel Marquess with melted rhubarb ice cream; and baroque version of the French toast in the form of brioche, with grapefruit.
In short, the best living history in French gastronomy.

 



aaaaaaaaaaaaaa





dsafadsfdsaf



7,5

Bacalao al Pil Pil Giraldo


Bacalao al Pil Pil Giraldo
Bacalao Giraldo

Country: España
City: 11170 Legutieno (Alava)
Address: Pol. Ind. De Goiain
(34)945465673
Price: de la bandeja 300 gr. 5,8 €


Dos estupendos lomos de bacalao de un grosor delgado que pesan aproximadamente 125 gramos cada uno. Se ofrecen completamente desespinados. Recomendamos pasarlos a una bandeja de horno pequeña, justo que quepan y cubrirlos con la salsa, que viene a parte. Meter al horno, previamente caliente, que estará a 75 grados, teniendo 7 minutos. El pescado saldrá inmaculado, jugosísimo y lubricado por el pil pil, con el que se ha calentado. Este se muestra en verdad delicado y nada pesado; esta confeccionado con aceite de oliva virgen extra y un estupendo fondo gelatinoso de bacalao. En absoluto pesado, bastante liviano y de fácil digestión. La presencia del ajo y de la guindilla es también muy sutil, casi testimonial.

En la etiqueta figuran  varios procedimientos de calentar. Todos ellos aseguran el éxito incluso a quien no sabe nada de cocina. 



5,5

Mesón Las Jarras

Tomás Arenas
Tomás Arenas
Country: España
City: 03188 La Mata. Torrevieja (Alicante)
Address: Avenida de los Europeos, 12.
mapa
(+34)966920070
Closed: Lunes
Price: 30/50 €
Tasting menu:: 30 €


  • Caldero de Mujol
  • Salazones: Huevas de Mujol, Mojama y Bonito.
  • Gambas Rojas a la Plancha
  • Caldero de Arroz con Sepia, Gambitas y Mujol
  • Arroz de Caldero con Sepia, Gambitas y Mujol

A 100 metros de la Playa de La Mata, fue fundado el 14 de Abril por Tomás Arenas, que sigue al pie del negocio, ahora secundado por su hijo, del mismo nombre, que atiende la sala con especial diligencia. La carta refleja una cocina típica alicantina que tiene muy en consideración la identidad gastronómica de la Vega Baja y que denota claras influencias murcianas. No podemos olvidar que la familia procede de San Pedro del Pinatar y que en la zona hay unos productos y platos que son comunes a las dos provincias y zonas colindantes de Castilla-La Mancha.
El plato de salazones nos traslada a un mundo diferente. Carnes infinitamente menos repercutidas por la sal, con una curación muy corta, tiernas, jugosas, mucho más inmaculadas, que trasmiten sabores a pescado, netos, puros, naturales y, repetimos, jugosos, las carnes se deshacen tiernamente en boca. El caso más espectacular es el lomo de bonito, un sashimi con un punto de salmuera, un pescado fresco un poco más gustoso, pero en el que el bonito fresco es la estrella, la estrella ilustrada. La mojama rompe con las características que se asocian con ella, volviendo a incidir en el gusto natural, en la ternura y en la jugosidad. Y qué decir de las huevas de mujol, un verdadero 10, en las mismas características reseñadas. Plato que se ofrece con unas almendras tostadas, seleccionadas y precisamente calentadas. Después de esta exaltación de la cultura local, otro producto sublime tal cual o casi, unas gambas rojas medianas, posibilistas, planchadas con una cocción actual que gusta a todos los públicos, nada excesiva, jugosa y asumible, que rezuman manjarosidad sin excesos. El establecimiento esta especializado en arroces costumbristas, con opciones variadas, como el de atún con verduras, con pimientos, alcachofas, habas y guisantes dando marcha al condumio, aunque es el túnido el mayor valedor. Especial interés tiene el caldero, caldero de hierro fundido que se presenta en trípode y se ubica justo al lado de la mesa del comensal, con el cereal humeante y cargado de sabor marino, profundo, en una hechura cremosa y melosa, con tropiezos varios: sepia y gambitas, además de gusto a mujol, que coció en él. El pescado sale después, en bandeja, con la salsa del caldero, ciertamente marina y unas gotas de alioli por encima de cada rodaja, se sirve, como todo, copiosamente. El caldero en sí mismo es una comilona que convocaría a Gargantúa y Pantagruel que además de inmensamente sabrosa tiene un precio interesantísimo.

 



¿Existe el arroz a la Gallega?

Rafa García Santos nos enseña a preparar un delicioso arroz a la gallega (25/03/12).

 

It look's like you don't have Adobe Flash Player installed. Get it now.

 

 

¿Existe el arroz a la Gallega?


De Willy Toledo, Putas y Cocineros

Por el titulo habrán captado que hoy no tocaba hablar de Marcel Proust. Voy a poner el punto de mira en el entrecejo de actores y cocineros, ¿Acaso no es lo mismo? Releía el último Best Seller de Bourdain recién presentado en España (En crudo: la cara oculta del mundo de la gastronomía) donde un manido chiste ligeramente sexista, que viene al caso, decía algo así:
Un tipo en la barra de un bar se fija en una bella doncella y la inquiere:
Señorita, disculpe, ¿estaría dispuesta a follar conmigo si le pagase un millón de dólares? La chica le mira estupefacta mientras medita y finalmente le responde: “bien, por un millón de dólares creo que sí…” El menda le pasa un dólar mientras le guiña un ojo.
La chica le dice cabreada “¡estás gilipollas! ¿Te crees que voy a follar contigo por un miserable dólar?” El tío sin perder la sonrisa le responde: “Mujer… yo ya tengo claro que tú eres una puta. Ahora ya lo que estamos haciendo es discutir el precio”.
Muchos actores/cocineros se asemejan con sus actitudes a la chica del chiste. Que conste en acta que en ningún caso quiero hacer juicios morales sobre el milenario oficio de la prostitución. Desde la barra extinta de mi casa he conocido y respetado este gremio desde que era un crio. Y, he tratado con meretrices de todo tipo, incluso muchas de ellas me han dado buenos consejos, sólo eso. Lo juro. Sin embargo me sale espuma por la boca al ver a una supermegaestrella del fogón o del celuloide que me intenta seducir con una artificial sonrisa promocionando un microondas, una batería de cocina, una bolsa de patatas fritas, un supermercado de tercera división o, una… ¡¿cerveza para postre?! No por el derecho de pernada al que estos artistas se brindan; sino por el agravio comparativo que deben sentir magníficos profesionales de otros gremios que llevan a casa un sueldo raspado sin tanta pose ni aspavientos. Verbigracia: al cirujano que operó a mi madre a corazón abierto no le llaman ni para promocionar Las Berenjenas de Almagro… Que deben ser cardiosaludables del copón. Como todo lo que producimos en La Mancha. ¡Ole ahí! (Cospedal acuérdate de mí para esa placita en La Consejería de Agricultura que la Hostelería está Jodida). Hago esta reflexión para poner en valor la suerte que tenemos en nuestro gremio donde un Cocinero tiene más trascendencia que el que inventó la Viagra. ¿Alguien de ustedes le conoce?
Y, aunque alcanzo a compartir que el ejercicio de “meretriz” - a mí mismo me ha tocado en innumerables ocasiones trabajar de “lumi”- en la hostelería es absolutamente legitimo y hasta necesario: el negocio del restaurante es una cosa muy seria y las facturas de los proveedores, el alquiler del local, el recibo de la luz… Caen todos los meses como los obuses en Siria; y, hacer una campaña con la imagen de un reputado chef de moda puede suponer para éste la nómina que no obtiene oficiando varios meses en su restaurante. No dejo, sin embargo, de recelar de la figura del “cocinero mediático”; ése que está más tiempo delante de la cámara que de las ollas y al pasar delante de una sucursal bancaria cuando ve la cámara de seguridad del cajero automático allá que se tira de cabeza. Esos me suscitan casi tanto recelo como ver a mi admirado Robert de Niro español, Willy Toledo, anunciando un video juego o apadrinado un libro del hijo de Arnaldo Otegi. Y de este quería hablar.
La última de este tío macho ha sido destrozar un bar (¡Dios mío, UN BAR… Un templo!), y amedrentar al propietario y a los clientes que allí se encontraba. Pero, eso sí, él acompañado de otros 15 o 20 machitos de su calaña el día la Huelga General. No teniendo el valor o la vergüenza torera de arremeter contra una sucursal bancaria, El Congreso de los Diputados, El Corte Inglés o a la Sociedad General de Autores… Y, va y ¡Destroza un bar! ¡Qué valentía! ¡Qué arrojo! Creo que existe una ley para cuando algún energúmeno la monta en un campo de futbol y le sentencian por ello, el pollo se tira años viendo a su equipo preferido desde el sillón de su casa litrona en mano sin poder volver a sentarse en la grada de un estadio. Mi pregunta es: no existe alguna otra ley aplicable parecida que impida a este sietemachos aparecer por bares, restaurantes, discotecas, casinos o puticlubs… ¿Qué se puede esperar de alguien que llama “delincuente” al disidente cubano Orlando Zapata una vez fallecido? “Debería pasar una temporada en las cárceles cubanas” –fue la genial terapia que le propuso Andy García al talentoso actor-. Willy, tío, mírate eso de ir por la vida de activista-metepatas… no quieras arreglar tú solo el mundo. Yo por mi parte te prometo que seguiré viendo tus películas. Eso sí, que Gallardón imparta justicia y te tires una buena temporada sin pisar un bar.