Espectacular y sorprendente muestra de honestidad, coherencia y sincronía con los tiempos que corren la que muestra, sin ínfulas, con humildad pero mucha clase, Santi Colominas en su Toc. Si el año que paso ya hicimos una apuesta decidida por este joven cocinero y su mujer Sandra, este año la repetimos e incluso aumentamos. Este es el relato de una pareja que, funcionando sin problemas en un restaurante anónimo del Maresme barcelonés, decidió seguir la llamada del corazón y abrir establecimiento en la metrópoli para buscar el destino soñado. Así lo hicieron. Y allí están.

Espectacular y sorprendente muestra de honestidad, coherencia y sincronía con los tiempos que corren la que muestra, sin ínfulas, con humildad pero mucha clase, Santi Colominas en su Toc. Si el año que paso ya hicimos una apuesta decidida por este joven cocinero y su mujer Sandra, este año la repetimos e incluso aumentamos. Este es el relato de una pareja que, funcionando sin problemas en un restaurante anónimo del Maresme barcelonés, decidió seguir la llamada del corazón y abrir establecimiento en la metrópoli para buscar el destino soñado. Así lo hicieron. Y allí están.