Un Articulo Falto de Rigor en El Confidencial: El Salto al Extranjero de Sergi Arola, el Ultimo Gran Chef al Filo del Abismo
La crisis casi todo lo puede. Incluso con los rincones gastronómicos más selectos. Uno de los pocos grandes de la alta cocina que aún resiste es el barcelonés Sergi Arola, que mantiene cuatro años después con gran esfuerzo su bistrot madrileño -Sergi Arola Gastro- contra viento y marea a la espera de la famosa lluvia de estrellas de la Guía Michelín.
La cuenta atrás hasta finales del mes de noviembre, fecha en que se conceden estos preciados distintivos, está resultando especialmente tensa este año. El mediático chef, uno de los impulsores de la nueva cocina española, teme que la adaptación económica de la carta de su restaurante bandera afecte a la continuidad de sus dos estrellas Michelín.
La revisión no es baladí. Igual que en su día, cuando Arola decidió crear su propio restaurante tras marcharse de La Broche, fue determinante y controvertido el apoyo de la Guía, que decidió mantenerle las dos estrellas que había alcanzado con anterioridad, a pesar de la reciente puesta en marcha del nuevo proyecto, una rebaja condicionaría el estatus de su marca.
Las penurias económicas han terminado cuestionando la viabilidad de varios proyectos gastronómicos antes exitosos, empezando por el propio Bulli de Ferrán Adriá, donde Arola formó parte de su cantera. Muchos de los templos de la alta cocina de Madrid y Barcelona, con cartas sólo aptas para los mejores bolsillos, han tenido que terminar echando el cierre en los últimos años.
Hasta el momento, Arola ha conseguido sortear estas vicisitudes. Sus dos estrellas Michelín, aderezadas con su perfil mediático, le han servido para emprender nuevos retos (franquicias, tabernas, catering…) en el mundo culinario complementarios a su restaurante bandera, donde ha tenido que ajustar la carta de precios para no terminar fuera del mercado.
Estos esfuerzos por salir adelante están llevando a Sergi Arola a pisar más fuera que dentro de España, ya que ha conseguido instalar su marca en países como Portugal, Brasil o Francia de la mano de hoteles de lujo, para los que franquicia su modelo de cocina. Toda una carrera internacional para mantener a flote la reserva espiritual de su coqueto bistrot de Madrid.
Redación. Aunque haya mucho de verdad, no se puede escribir con tanta ligereza.