"COOKING COFFEE. ALBERT ADRIÀ FOR LAVAZZA"

 Ha tenido lugar la presentación del libro "Cooking Coffee. Albert Adrià for Lavazza" en el restaurante Tickets de Barcelona. Un acto que ha contado con la presencia del chef catalán, así como de los representantes de Lavazza - Marcello Arcangeli (director del Training Center de Lavazza en Turín) y Sara Peirone (Top Gastronomy Manager de Lavazza) - y Javi Antoja por parte de Montagud Editores.

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Lavazza y Albert Adrià presentan el libro Cooking Coffee

Una veintena de recetas de alta gastronomía al servicio de la experimentación con el café 

 

Barcelona, noviembre de 2015.- “Cooking Coffee. Albert Adrià for Lavazza” es un proyecto editorial único en su categoría que nace fruto de la complicidad y la pasión por la gastronomía compartida por Lavazza y Albert Adrià, chef de los restaurantes Tickets, Pakta, Hoja Santa, Niño Viejo y Bodega 1900. 

 

 

El libro, realizado junto a Montagud Editores, contiene 23recetas que han sido elaboradas partiendo del café Lavazza como ingrediente principal: 21 creaciones de Albert Adriày otras dos de los ganadores del Premio Especial a la Mejor Receta Creativa 2013 y 2014 del campeonato anual de baristas Tazzina d’Oro impulsado por Lavazza en España con la participación exclusiva de Áreas, líder en food&beverage y travel retail.

 

 

Tal como sostiene Albert Adrià en su prólogo: “si tuviera que añadir un calificativo a este libro, éste sería reto. No sólo por el hecho de haber tratado un ingrediente tan intrínseco y familiar de la vida de cualquier persona, sino también por darle el papel de ‘prima donna’ –y no de especia– en las recetas que hemos elaborado para él. Me enorgullece pensar que, con este libro, mi equipo y yo hemos contribuido en un proyecto que empezó a tomar forma en elBulli, hace ya más de 13 años”.

 

 

Hoy, el café es ya mucho más que un simple ingrediente. Se ha convertido en protagonista de nuevas evoluciones de sabor, su consistencia y textura se han transformado y ha logrado hacerse un hueco en el mundo de la alta cocina, descubriendo un universo completamente inexplorado y muy rico. Gracias a la apuesta de empresas como Lavazza por la creatividad, la innovación y la experimentación se ha transformado el concepto del café como bebida en un producto que ha pasado a ser sólido, gaseoso, esferificado, impredecible.

 

 

Muchos son los valores que Lavazza comparte con grandes chefs contemporáneos como Albert Adrià, y el compromiso permanente con la excelencia y la vocación por la experimentación encuentran un aliado perfecto en la alta gastronomía. 

 

 

En palabras del propio Giuseppe Lavazza, vicepresidente de la compañía, “en Lavazza, la pasión por el café nos acompaña y nos distingue desde nuestros orígenes. Una tradición que cumple 120 años y que se inició en el lejano 1895, con la primera tienda en Turín, de la que nació la que hoy es una empresa que ha hecho del placer del café una vocación verdadera y propia. En la actualidad, el café se está convirtiendo cada vez más en una fuente de inspiración y en una zona de desafío y confrontación técnica y creativa para todos los sectores de la alta gastronomía. Una línea que, en sus inicios, batió con valentía y en solitario ese extraordinario campeón y líder de la cocina de autor que lleva el nombre de Albert Adrià. Hoy queremos redefinir la evolución del café tanto en el sabor como en las formas de interpretarlo. Para nosotros, el café es un caleidoscopio de combinaciones líquido –pero también sólido, caliente y frío– capaz de estimular el gusto, la vista, el tacto, el olfato y la fantasía, sin perder de vista la aguja de la brújula, tercamente forzada, en el único polo posible para nosotros: el de la calidad”.

 

 

“Cooking Coffee” es una apetitosa obra que se propone, no solo seguir explorando el potencial del café, si no profundizar en la cultura del café y la figura del barista. “Un barista debe preparar y servir un café tan bien como un chef de cocina lo hace con la comida de un buen restaurante”, explica Santiago Ros, Director de Lavazza AFH Península Ibérica. “Desde Lavazza apostamos por la figura del ‘chef del café’, un barista especialista en el arte del café, apasionado y fascinado por cuidar cada detalle, un profesional que sigue una elaboración rigurosa y refinada y es fiel a los estándares de calidad de la marca, siempre teniendo en cuenta el resultado final con una presentación impecable, cuidada e incluso artística.”

 

 

El libro incluye un DVD con contenido audiovisual sobre la elaboración del libro y protagonizado por todo el equipo de Albert Adrià. La obra se puede adquirir online a través de la Librería Gastronómica de Montagud Editores (http://www.libreriagastronomica.com/es/) o en los distintos establecimientos de Albert Adrià con un P.V.P. de 25 euros.

 

 

 

 

 

Mucho más que cócteles y postres

 

 

Entre la veintena de recetas que encontramos a lo largo del centenar de páginas de “Cooking Coffee”, no solo nos topamos con sugerentes cócteles como Ciudad de Dios –un clásico del 41º de Albert Adrià– o dulces como el Waffle de café espresso o el Éclair ópera, sino que podemos dejarnos sorprender por sofisticados platos salados como la Gamba con soja de café, el Mole negro oaxaqueño con café y calabaza, el Lomo alto de ternera a la parrilla con salsa bearnesa de café o los Cogollos a la parrilla con vinagreta de café. 

 

 

“Cooking Coffee” es una oda a los sabores del café, pero también un placer visual. Sus impresionantes fotografías nos muestran presentaciones tan bellas como ingeniosas. Algunos ejemplos son la Tazzina Lavazza –que parte por la mitad la icónica tacita de espresso de la firma para dejar ver su contenido–, el curiosísimo Tapón de corcho a base de bizcocho al vapor de café, o el delicado y evocador Árbol de cerezas con nube de café y amaretto.

 

 

La guinda del pastel la ponen Antonio Ruggieri y Daniel Botana –ganadores del premio patrocinado por Tickets a la mejor receta creativa del campeonato nacional de baristas Lavazza Tazzina d’Oro en 2014 y 2013 respectivamente– con sus recetas Café en suspensión y Delicia de almendra.

 

 

 

 

 

Blends Lavazza: alta calidad, aroma, sabor… y artesanía

 

 

El blending es un auténtico arte inventado por el propio Luigi Lavazza hace más de un siglo. Hoy, los blends Lavazza siguen siendo recetas secretas, preparadas con sumo cuidado para que hagan único y reconocible el café del productor. Todos y cada uno de los detalles tienen gran importancia: cada blend de café, además de diferenciarse según su especie y su origen, también se diferencia según su proceso de elaboración.

 

 

Las recetas de este libro han sido elaboradas con blends de la gama profesional de Lavazza, concebidos gracias a la pericia histórica de la compañía en la selección de blends de café, y a partir de la búsqueda constante de las mejores plantaciones del mundo. Mientras las creaciones de Albert Adrià han sido elaboradas con Lavazza Gold Selection, las recetas de Antonio Ruggieri y de Daniel Botana para Tazzina d’Oro han sido elaboradas con Lavazza Top Class. 

 

 

Todas las recetas pueden prepararse en casa usando grandes clásicos de la firma: Lavazza Qualità Rossa o Lavazza Caffè Espresso, dos blends con alma y personalidad que destacan por su alta calidad y se presentan en paquetes de 250 g de café molido. Lavazza Qualità Rossa –el más famoso café italiano– combina la dulzura de café de América del Sur y la intensidad de los granos en el África central. Por su parte, el intenso y aterciopelado Lavazza Caffè Espresso nos sumerge en la cultura del mejor café del sur de Italia gracias a un blend premium elaborado únicamente con los mejores granos de Arábica –procedentes de América Central y del Sur– para aportar cuerpo, notas muy aromáticas y un delicioso sabor.

 

 



APICIUS

 Marco Gavio Apicio [Apicius] fue un gastrónomo romano del siglo I d. C., autor del libro De re coquinaria, que constituye una fuente para conocer la gastronomía en el mundo romano. Copiosa obra, tratado del arte culinario y obligada referencia gastronómica durante varios siglos.

 

Por su parte Eolo fue el nombre del rey de los vientos. Personaje mítico inteligente e ingenioso, inventor de las velas de los barcos; piadoso y justo, fiel venerador de los dioses; por eso, su divino padre -Poseidón, dios del mar- lo nombró guardián de todos los vientos.

 

Entre clásicos romanos y griegos se ha prestado a debate -actualmente contemporáneo-, el tema de si la inteligencia es algo que se hereda, ofreciéndose toda clase de razones, desde el medio ambiente a la educación, pasando por poner el énfasis en lo cultural, para explicar por qué parece transmitirse en la familia. Sin embargo, ya sea que la inteligencia se herede o no, la madurez y la moralidad que nos capacita para utilizarla prudentemente no son genéticas, y siguen estando en manos de cada persona, así como en las de los padres que enseñan a sus hijos a valorar todo lo que nos ayuda en la vida. 

 

En la calle Eolo de Valencia capital, se encuentra el restaurante Apicius; su jefe de cocina Enrique Medina, Yvonne y su equipo, apuestan por una cocina inteligente, madura, con valores y normas que definen su moralidad culinaria: sana, mediterránea y rigurosa con las temporadas. Conjugan la tradición y modernidad, personalidad y solemnidad, nutriéndose del referente clásico romano en cuanto a técnica, método y recetario y de la mitología griega por cuanto su cocina es costumbrista, inteligente e ingeniosa, resultando justos guardianes de recetas y elaboraciones clásicas e inventores de nuevas adaptaciones.

 

Pedimos a la carta, cuyo menú se compuso: -Arroz suflado de cigala de playa: correcto sellado e inflado del arroz y mezcla óptima a la altura de una correcta elaboración, interesante entrada para acompañar con la primera bebida; -Cacahuete del Collaret: variedad autóctona de la huerta Valenciana puesta en escena; punto óptimo en el tostado y secado del fruto  acompañado de una ligera crema untuosa que acentúa el trago palatal, crujiente y justo en porción; -Melón al pil-pil: excelente adaptación de esta técnica tradicional. Meloso y untuoso, se acentúa la dulzura húmeda del melón; -Croquetas de carrillera al vino tinto y hongo: porción de masa, triturado y sellado perfecto, cremosidad en el picadillo debidamente ensamblado; -Croquetas de pescado: igual que la anterior elaboración pero con menudencias de pescados; -Escalivada asada a la llama con serrín de turrón: intensa  mineralidad de las verduras ensalzada con el toque ahumado del fuego y el serrín de turrón, aliño equilibrado; -Carpaccio de presa Ibérica ahumado con manzana, piñones y helado de parmesano: Materia prima excelente, justo y limpio corte,  correcta maceración en los componentes del plato; -Tiramisú de bacalao: Frescura, esponjosidad y suave cremosidad. Trampantojo visual en copa, traviesa elaboración salada. -Huevo de corral, puré de tubérculos y ravioli de pichón de Lombers; todo uno, conjunción, untuosidad y elegante potencia; -Merluza de pincho del Cantábrico, zanahoria, Teriyaki y teremellas; acuosidad, suavidad y contrapunto celestial entre salinidad y dulzura;-Paletilla lechal de cabrito de Viver, compota de piquillos, queso oveja; singular potencia en la mantecosidad de la carne y plenitud en el acompañamiento, lleno de equilibrio y sentido. -Soufflé Alaska flambeado; todo un acto de memoria clásica del mítico postre realizado con bizcocho, helado, merengue y frutas. Esponjosidad, frescura y majestuoso flambeado, correcta ejecución de manual de repostería. -Petit fours: delicada repostería, dulce bocado diminuto con final feliz.

 

La cocina se compone de un abanico de sabores limpios y olores nítidos, tratando de mantener el sentir tradicional. Seleccionan y utilizan la excelencia de los productos que ofrece su región. Cocina abierta y evolutiva pero de sentimiento local. Sus elaboraciones son minuciosas y precisas; en palabras de Enrique: “quieren estar siempre al servicio de la materia prima, es la forma de extraer lo mejor de cada producto”. Con cada plato que nace en cocina trasmiten pasión y amor a su oficio. Cada plato de la carta puede ser acompañado en mesa con una equilibrada y variada carta de vinos, en un ambiente y espacio tranquilo, relajado, y un servicio responsable y profesional que actúa inmerso en una sala repleta de calidez, seriedad y belleza estructural lineal. 

 

La expresión que ofrece la cocina es su propia entidad: prudentes, serios, risa entrecortada, atentos y observadores en cada detalle, abiertos a comentarios y razonamientos y dispuestos agradar al cliente. Reinvención y adaptación en sus elaboraciones justas y equilibradas. Si bien la madurez y moralidad que os capacita no son genéticas, vosotros habéis conseguido gestionarlas con prudencia y sabiduría en beneficio de vuestros clientes, entre los que me incluyo.