Carlos López

ZALDIARAN, EL PRINCIPIO

 En el año 1984 Gonzalo Antón inaugura el Restaurante ZALDIARAN (Vitoria-Gasteiz). Desde entonces y hasta el día de hoy -de manera ascendente y sólida- acredita una larga experiencia en el sector de la restauración con una apuesta por la alta cocina sin perder la verdadera identidad y raíces por la referencia de su cocina vasca. Sus puntos fuertes son: la visión de futuro -adelantado a cada época y moda gastronómica- y saber cómo renovar y entender que en la investigación ha estado siempre la apuesta por la parcela del gusto y la buena ejecución. Durante estas tres décadas se han impregnado de la vivencia de muchas anécdotas y sobre todo del orgullo de poder atender y dar satisfacción gastronómica a propios y extraños. Sin duda  alguna y de manera merecida es el restaurante con más reconocimientos de la ciudad. No en vano es pionero en España de dar forma y crear un congreso de cocina que fué y sigue siendo referencia internacional: El Congreso de Alta Cocina de Vitoria-Gasteiz.

 

Con Gonzalo Antón como gerente y alma mater de la casa; José Luis Blanco -Jefe de sala y somellier- y el gran Patxi Eceiza  -jefe de cocina- se vive la pasión y la motivación en el servicio y en la elaboración diaria de recetas cosechadas en las experiencias de los congresos que se celebran anualmente. Tendencias, creación, desarrollo y nuevos platos son el presente y fruto de este escaparate. El local dispone de una amplia oferta al cliente: restaurante de servicio diario; salones personalizados; eventos especiales; menús degustación y menús de grupo. 

 

Gonzalo tiene todo hecho pero no quiere que le quede nada por hacer, necesita controlar y dirigir todo lo que se mueve en cocina y salones contiguos, marcha comanda y servicio, atiende clientes, establece tiempos y coordina elaboraciones, es omnipotente. Nos ubicó y nos deleitó con un menú a medida: -Marmolado de espárragos blancos y mahonesa de trufas: perfecta definición de una pastelito semifrío, todo sabor a espárrago con remate final de la emulsión de mahonesa; -Carpacio de atún con mahonesa de trufa y jugo de remolacha: composición visual lineal, cuyo aderezo da sentido y equilibrio a las láminas finas y perfectamente maceradas; -Crujiente de hongos con bouquet de finas hierbas y virutas de jabugo: la potencia de la reducción de la salsa, la lamina crujiente de masa fina con tropiezo de hongos y el jabugo se enjuagan en el frescor de las hierbas; -Láminas de trufa con yemas de huevo a baja temperatura, tocino confitado y espuma de patata: todo a la cuchara de un bocado,  un clásico de la cocina vasca contemporánea, definición sutil en la elaboración de cada una de las composiciones; -Kokotxas de merluza con guisantitos en ligero pil pil y almejas al vapor de algas: perfecta melosidad y gelificación en el cuajo de los jugos de la merluza, entereza del guisante lágrima y perfecta cocción aromática de la almeja; -Morros y callos tradicionales con salsa de pimientos choriceros: conjunción en potencia, sabor y homogénea suculencia, en boca un tanto aterciopelados; -Crema de limón con granizado de gin-tonic y sorbete de lima: elaboración refrescante, renovada en forma, textura y sabor, limpieza bucal corregida con el punto de equilibrio ácido que rompe con la cristalización del alcohol en forma de terrón de azúcar. –petit fours.

 

Todas las elaboraciones tienen un por qué, inicio y fin de un estudio pormenorizado que busca un equilibrio palatal consonante con lo que se pretende. Platos de cocina tradicional que todos conocen y entienden, cuya máxima es sorprender con un sabor definido, aterciopelado y cremoso. En boca pleno sabor, cuya conjunción supina perdura en nuestra sensación mediante la persistencia de los sabores y su materia prima.

 

No seré yo quien venga a descubrir ni los dones ni los méritos de esta casa de comidas. Rafael García Santos -al que Gonzalo lo define como su socio espiritual- apostó y se partió la cara desde el primer momento por este proyecto de ilusión diaria. A la pregunta si Zaldiarán es historia de la gastronomía, Pablo Márquez me responde y lo define correctamente como “leyenda”, que si bien en este tipo de narraciones se trasmiten hechos sobre naturales o ciertos entre el mito y el suceso verídico, en esta ocasión de cierto y de mítico lo tiene todo debido a su fama, modelo ejemplar y sobresaliente gestión gastronómica. 

 

Como dicen los especialistas: La cocina en España ha tenido “un antes y un después” y sobre todo ha supuesto una gran revolución que ha llevado a nuestra cocina a ser líder y referente mundial y parte de ello se lo debemos a Zaldiaran, sus congresos y certámenes de cocina. Y es que solo hay que hacer la suma: por sus pasillos han pasado más de 107 estrellas Michelin. 

 


Ricardo Sanz y Dani Franco en Gasma

 

Cocina Japonesa Clásica y Fusión Mediterránea

Distantes en miles de kilómetros, Japón y el Mediterráneo están unidos por dos cocinas que ligan a la perfección. El respeto por el producto, la búsqueda del equilibrio en cada receta, la defensa de los valores saludables o las presentaciones atractivas. No es extraño que la fusión entre estos dos mundos sea una tendencia al alza en el mundo de la gastronomía.

Con este monográfico destinado a los profesionales de la restauración, en Gasma han querido acercar de la mano de Ricardo Sanz y Dani Franco (chefs del grupo Kabuki) lo mejor de las dos culturas, los fundamentos de la alta cocina japonesa y las técnicas necesarias para fusionarla con éxito con nuestra gastronomía.

Aquí os dejo un vídeo casero pero bastante representativo de la lección impartida. 

 

 

 



EL PINTXOCULTOR

 Josean Merino capitanea PERRETXICO, un formato de negocio gastronómico ubicado en la ciudad de Vitoria cuya filosofía culinaria es personal, divertida, evolutiva y un tanto canalla. Es “tabernero” de convicción, su intención, mostrar la taberna a la gente, ofrecer a pie de calle la mejor cocina urbana, inquieta y curiosa. Esa intención le lleva a aunar conceptos como gastronomía y swing, arte, magia, fotografía o cultura (véase su página web). Firme en creencias, con un sentido arriesgado y arrebatador de la oferta gastronómica, cree que con trabajo y dedicación  siempre se acaba de la mejor manera. Esta forma de pensar y hacer le llevan a realizar un programa lleno de eventos que sacan las mejores cocinas, bodegas, food trucks, productos locales y cracks de todo tipo de disciplinas a la vía pública para saciar la curiosidad y el hambre de la parte más gastrópata e inquieta de Gasteiz y como él asiente: “y de todos aquellos que se hagan eco del sarao que vamos a montar y del que esperamos te sientas parte”.

 

Ofertas, nuevos formatos, menús degustaciones, otros cocineros invitados. Todo muy informal pero serio y con mucho sentido. Josean es el propio negocio, no ofrece platos, ofrece pintxos en plato (pintxocultor); un plato que es el vehículo conductor donde ofrece sus preparaciones. El que fuere en 2011 mejor barra de pintxos y raciones de España  ofrece una carta breve y concisa pero con mucho fundamento. Elaboraciones clásicas, contemporáneas, creativas, algo complejas y redondas; redondas en estética, con gusto y sentido; pero todas ellas con un denominador común: la sinceridad en la manipulación, en la creación y en la materia prima.

 

Puedes comer en barra o en mesa, todo sin etiquetas, la comanda es rápida y sencilla, el servicio lo es más, muy atento; equilibrio y consonancia en los tiempos entre tapa/tapa [pintxo/pintxo]. La cena se estructuro con una serie de eleboraciones que reproduzco:

-Carpaccio de txuleta,  vinagreta truffé e Idiazábal: color, textura y presentación acordes con su equilibrada potencia en boca, dando  plenitud a las combinaciones. Corte lineal justo, frescura y calidad en una materia prima de la carne.

-Arroz meloso de Perretxicos con butifarra del perol: Óptimo punto de dureza en el grano, melosidad y trabado del fondo aunque escasa conjunción en la profundidad gustatitva (se nos argumentó que el caldo estaba corto en cocción y por ello la falta de potencia), aún con lo anterior que es del todo subsanable, resulta un pintxo [ración] interesante.

 -Turrón de foie al curry con yogur colado y almendras tostadas: visualmente un pastelito rectangular, en plato estructura y corte minimalista, en boca lo dice todo; preparación tierna y cremosa.  

-Lata de txangurro gratén: Correcta manipulación del centollo, carne debidamente desmenuzada sin cáscaras ni partes duras, equilibrio en el pochado con el resto de ingredientes; cremosidad y untuosidad remarcada con el punto final del gratinado.

-Empanadilla de queso de cabra y hongos con cebolla confitada en miel: Composición redonda, puntos debidamente ensayados en el ácido del queso, viscosidad húmeda del hongo, dulzura de la cebolla y el contrapunto graso de la leche.

-Bocadillo tailandés de abanico ibérico y menta: Cruce, mestizaje y fusión tan atrevida como acertada.

-Tortilla guisada de kokotxas de bacalao: guiso en forma semicircular, plegada y sellada sobre si misma; marcado por fuera (no quemado) jugoso y liquido por dentro, ensalzado con la melosidad y viscosidad de las kokotxas

-Patatas bravas: interpretación de este clásico aperitivo, corte de la patata en forma de media luna con la piel churruscada, aliño y acompañamiento perfecto con el contraste y refuerzo del sabor picante.

 

La trayectoria es ascendente sin ruidos ni estridencias, todo ello a base del concepto pintxo. Propuestas creativas, estudiadas a conciencia y con sentido para complacer; algunas atrevidas y canallas -en el sentido simpático del término-. Mucha viveza y espontaneidad fiel reflejo de su autor -Josean-, al que agradecemos que nos atendiera y nos aconsejara en su día de fiesta [una vez que libra y casi se queda en el local]. Buena elección, mejor oferta.