Senses of the Fields

  Senses of the Fields (Alberto Moreno Bocuse d'Or Europe 2014)

Este plato respira “dehesa”. La Dehesa es un sistema multifuncional agro-silvo-pastoral (un tipo de agrosilvicultura) y el paisaje cultural de la España central y del sur. Es la tierra de los toros y del cerdo. Es el auténtico ecosistema forestal mediterráneo. Es el sabor de la tradición. La cultura de la campiña española, plena de romanticismo de practicidad, de costumbres milenarias. La dehesa es la herencia recibida, el patrimonio cultural que dejaremos a nuestros hijos. El cerdo es uno de sus protagonistas absolutos, habitante a veces inefable y otras significante de la riqueza y la abundancia.

Senses of the Fields es un plato emocional en el que conocer, es reconocer. Un plato que evoca la ruralidad, un paseo por los sentidos del agro oliendo el romero, descubriendo la silueta de la encina, oyendo los sonidos de los animales, palpando la tierra, masticando la bruma. Sintiendo el amor por los productos naturales y llevándolos a la mesa. El discurso intelectual elevado a lo más sensitivo e intrínseco.

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Croqueta a la Parrilla, Anchoas y Cierra Casa Sendra.

En el espacio de Rafa García Santos nos habla sobre Croqueta a la Parrilla, Anchoas y Cierra Casa Sendra. (04/05/2014)

 

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Croqueta a la Parrilla, Anchoas y Cierra Casa Sendra.


Casa Solla: La Masía De Los Cocineros Gallegos

Me encanta la música. Acudir a Casa Solla podría compararlo a ir a una ópera, acaso la entrada fría hacia el patio de butacas previo a la obertura contrasta con la calidez y el cariño de Pepe cuando te recibe. Es una persona sencilla, humilde, honesta, cercana y honrada, congénere a su cocina. Sobre todo es un hombre feliz. Eso se percibe. Existen personas tan llenas que dan ganas de imitarlas. Y es inconformista, porque pudo heredar un más que rentable negocio de hostelería en lo económico y popular sin las complicaciones que suponen pretender aportar tu personalidad, disposición y saber hacer. Pero a veces la vida es justa. Unos maravillosos padres que han creído en su hijo y un vástago que actualiza conceptos, manteniendo tradiciones.

Casa Solla ha sido y es respetuosa con los tiempos que les ha tocado vivir y con la evolución de los mismos aunando sabor añejo y modernidad. Su gloria radica en su sinceridad, campechanía, claridad y esencialismo.

Ustedes me preguntarán, ¿Que sensación que te queda al concluir el concierto?

Pues al final no fue una ópera, le gusta más el rock and roll

 

 El otro día estuve platicando con Pepe Solla…

 Háblame del mar, cocinero.

Estamos muy marcados por la ría, las mariscadoras de las bajas y la lancha. Campelo, aquí al lado mismo, es una de las zonas más amplias de extracción. Almeja, berberecho, navaja, es muy propio; lubinas, bolos… En temporada, azules: sardinas, jureles o caballas. Antiguamente los barcos llegaban a la plaza de Pontevedra cargados de buen pescado directamente funcionando como una lonja. Setas, caza, lamprea, angula…

 A los de aquí nos encanta disfrutar en las terrazas, comiendo o tomando una cerveza. La ciudad está diseñada para esto. Su peatonalización hizo proliferar la implantación de locales de hostelería. Hay ciudades que viven del turismo recurriendo a típicos tópicos, pero Pontevedra va evolucionando. Es genial la oferta callejera. Durante el invierno a nada que salga un rayito de sol aparecen tres mesas fuera.

Nosotros estamos a kilómetro y medio de la ciudad. Según donde te encuentres llegas antes aquí que a otro punto de la misma. Nuestro restaurante era una casona que tenían los abuelos y mis padres  fueron ampliando.

Vuestra cocina

 Siempre fue mucho más moderna de lo que la gente se creía. Hablaban de este como un restaurante tradicional, y es cierto que existía una parte muy de producto puro y duro, de marisco por ejemplo, pero los pescados que eran ‘el gran plato de Solla’ se elaboraban con una salsa meunier de influencia francesa, despinado, que no era propio de nuestra cultura, incluso hacían un souflé de postre. Aquellos platos de tradición no tenían nada. ¿Cual era la magia que poseían mis padres? Tuvieron tanta fuerza que la gente afirmaba como clásicas estas cosas. Atesoraban la inquietud y las ganas de evolucionar. Servíamos muchos platos que hoy pueden sonar a demodé como unos pimientos rellenos o unas filloas rellenas, que no eran propios del clasicismo. Pudo influir el aspecto costumbrista del local en la sensación de lo que se estaba comiendo. Hoy tiene una fisonomía remozada que quizás influya en su opinión. Seguramente de presentación, forma, puntos de cocción o packaging somos flamantes pero la cocina de base es muy gallega y tradicional. Usamos ajadas, caldeiradas, caldos, gusto de cacheiras que pertenecen a nuestra cultura. Ni antes éramos tan tradicionales, ni ahora somos tan modernos.

Que bonito debe de ser que te quiera la familia, te admiren tus compañeros y te aplaudan los comensales, ¿verdad?

Mis padres se sienten muy orgullosos de todo lo que hemos conseguido. Me siento el hombre más rico del mundo. Después de 53 años se sigue hablando tanto de nosotros…

La gran satisfacción de este negocio es ver disfrutar a nuestros clientes con lo que tú haces. Imagina que llega un invitado a tu casa, ¿Cómo lo tratarías? Esto se lo digo yo al personal.

En puentes, vacaciones o fines de semana acude mucha gente que ha oído hablar de Casa Solla. La primera motivación por la que los turistas viajan a Galicia es la paisajística. En esto poco podemos incidir, nos viene dado, eso sí, tenemos la obligación de preservar nuestro entorno. La segunda es la gastronomía y aquí si que hacinamos  una responsabilidad directa para que pronto sea la primera razón pretexto de aproximarse. Debemos ser consecuentes, honrados, honestos con lo que hacemos. Un turista gastronómico disfruta de una experiencia global en nuestras casas, terrazas o bares. Hay gente que está apostando por caminar hacia la excelencia en todos los ámbitos. Lo que hace grande las zonas es que se coma bien en todos los rincones.

El individualismo en la cocina es una estupidez. Jugasteis a cooperar y nació el Grupo Nove.

 Hace aproximadamente 12 años como grupo. Nuestro gran valor, esta sensación de que nos podemos unir y colaborar. También el ir arropando a gente nueva que nos necesitan cuando están empezando e ir dando paso a los que vienen detrás. Yo debo perder presencia y notoriedad poco a poco, sino es que algo no marcha bien en Galicia. Si uno quiere egoístamente que solo brille mi luz, lo que conseguiré es que nada brille. La luz de los que vengan seguirá iluminándonos a nosotros. Galicia debe de conseguir ser un destino gastronómico global. Vivimos un momento único por la repercusión mediática de todo lo que hacemos. ¡Es la bomba!

  • MERLUZA, ERIZOS Y SUS CONTRASTES
  • MERLUZA, ERIZOS Y SUS CONTRASTES Foto: Germán Limeres
  • sopa de tomate ligeramente picante con fondo marino
  • sopa de tomate ligeramente picante con fondo marino Foto: Germán Limeres


Manolo de la Osa en Zaldiaran: Un Artista de Pueblo Sin Fronteras.

      Manolo de la Osa, el más bohemio y libertino de los cocineros españoles, dejó constancia en las jornadas del Zaldiaran de su ser y de su cocina autodidacta. También de su innato talento, tanto palatal como mental, lo que transmitió en todos sus platos, inmaculados y exquisitos, que aúnan mancheguismo y cosmopolitismo, refinamiento y suculencia, caracteres que conjuga en distintas proporciones en cada construcción. Culinaria auténtica, campechana, mundana… con formas evidentemente contemporáneas. El, pionero de la alta cocina manchega, sigue siendo fiel a la tierra que le vio nacer. Ama los ingredientes genuinos, adora las recetas tradicionales, plasma los sabores tradicionales….con extraordinario ingenio. Reconstruye la historia con esa clarividencia proverbial que le distingue. Sin ningún artificio, con sencillez, con un arte sobrio que provoca constantes emociones y enorme placer sápido. Fue una noche de infinita generosidad y humanidad siempre con los pies sobre la tierra.
     Para la ocasión Manolo adaptó su consagrada fórmula de la ostras sustituyendo esta por navajas e introduciendo algunas reformas, como la presencia de algas, dulce y wakame, para reforzar el carácter oceánico, dispuestas sobre un delicadísimo escabeche de perdiz y con el contrapunto dulce y anisado que aportan el estragón y el eneldo. Fabulosa inmaculabilidad.
     Genialidad con la que reproduce una estricta memoria histórica vestida con diseño contemporáneo: tres tomatitos, pelados y explosivos, crudos e impregnados de aceite y hierbas, dispuestos sobre cebolla confitada, con puré de olivas negras encima, unos dados de gelatina de albahaca al lado, una crema de queso trufada entre ellos y un jugo de queso en el fondo. Un ejercicio de inteligencia supina: sacarle chispa a los elementos más típicos de nuestras ensaladas.
     Reviviremos una deconstrucción histórica e intemporal que fue vitoreada por unos asistentes enloquecidos: la legendaria sopa fría de ajo morado ecológico de Las Pedroñeras ligeramente retocada: yema en el fondo, salpicada de pimentón ahumado y escamas de sal, ahogada en un esbelto caldo de sopa, coronado con aceite de pimientos rojos y jugo de perejil, sobre el que se depositan lascas de jamón, costroncitos de pan y diversos brotes, así como cebollino. La mejor sopa de ajo del país, y con gran diferencia, por sibaritismo y liviandad.
     Otro motivo para la euforia: un foie gras cocido a baja temperatura, alcanzando tan solo 50 grados, en una reducción untuosa de tinto manchego profusamente aromatizada con naranja, limón, tomillo, romero, pimienta rosa, cardamomo y anís estrellado, que se ofrece sobre el plato en escalopes tintados, que dan una sensación de crudos, dispuestos sobre una hoja de parra y con brochazos de morapio, acompañados por unas portentosas uvas pasadas por azúcar y claras batidas y un tanto deshidratadas, más una quenelle de membrillo y mazapán de avellana deshidratado. Portentoso.
     El chef persevera en la invención de la cocina regional. Grandioso lomo de bacalao, en verdad tornasolado, jugosísimo, un tanto cubierto por una hojas de espinacas ecológicas, sobre las que se deposita un diente de ajo tierno, nadando el pescado en un expresivo jugo de ajos negros, lemon gras, cayena y trompetas de la muerte, en el que se encontraban unos mantequillosos judiones al azafrán. Incontestable.
     Carnaza gulesca: lechona confitada en su grasa con purés de manzana y membrillo, más sustancioso jugo de carne perfumado con mil y una noches. Carnal, grasiento, para pringarse. 
     Y termino el festín ratificando la rotundidad, exquisita, con la que se manifiesta el chef: migas de leche a la lima con miel y moras rojas y negras, además de cremoso helado de estas silvestres.
     En resumen, altísima culinaria inspirada en el costumbrismo. Manolo de la Osa…un artista de pueblo sin fronteras.

  • Navajas con Algas, Emulsión de Perdiz y Anisados. Foto: Vicugo.
  • Tomate, Cebolla, Olivas, Queso y Albahaca.Foto: Vicugo.
  • Sopa Fría de Ajo Morado de Las Pedroñeras. Foto: Vicugo.
  • Foie Gras en Taninos de Vino Tinto y Uvas Caramelizadas. Foto: Vicugo.
  • Bacalao con Caldo de Ajo Negro y Judiones al Azafran. Foto: Vicugo.
  • Lechona confitada en su Grasa. Foto: Vicugo.
  • Migas de Leche Con Miel y Moras. Foto: Vicugo.


9,5

Jamón de Cerdo Ibérico Puro de Bellota Extrem


Extrem Puro Extremadura

Pays: España
Localité: 06900 Llerena (Badajoz)
Adresse: Francisco de Peñaranda, 1 Esc. Dcha.
(+34) 924873959
Prix à la carte: 44,70 Kg. Pieza Entera y 139 € Kg. al Corte


     Extrem Puro Extremadura ha irrumpido con fuerza, en el 2003 y 2004, en el mercado de máxima calidad del jamón ibérico de bellota, al que se dedica fundamentalmente. Cerdos ibéricos que habitan libres en 9.000 hectáreas propias de la Dehesa de Extremadura, alimentados con bellota y hierba, durante 6 meses, que tras su sacrificio y salazón, pasan no menos de 36 meses de curación, obteniendo una madurez muy larga, excepcional, entre los jamones españoles. Piezas hermosas y nobilísimas, que pesan entre 7 y 8 kilos
Repetimos, una marca con vocación de conquistar  la mayor calidadl. Al corte, láminas de rojo intenso con vetas brillantes de grasa blanca. De aspecto, siempre que se deje sudar, jugoso y untuoso, desprendiendo un aroma penetrante y, a la vez, sutil. Se funde en boca, con un sabor intenso, complejo y, sobre todo, elegante, ciertamente noble, en el que predominan las notas dulces y el regusto que impregna la bellota en la carne del cerdo.

     Una marca llamada hacer leyenda en un mercado tan excelso y ávido de excelsitud.