Cené por primera vez en el restaurante Il Canto de Siena a principios de octubre de 2007. Demasiado tarde. Debería haber ido mucho antes. La cocina del chef Paolo Lopriore me sedujo al momento. Es una cocina que aplica un lenguaje nuevo, muy contemporáneo, más directo, esencial y refinado en el estilo, la forma, la presentación de los platos y, por supuesto, el gusto. Su objetivo es mantener y respetar los sabores de las materias, que trabaja con una impronta muy personal y directa.