Un vino intenso y a la vez amable que aúna frescor y madurez. En nariz brinda recuerdos a frutas rojas y negras, frutos secos, vainilla, nuez y tabaco, bastante complejo y seductor. En boca la primera impresión es de una suavidad aterciopelada, para mostrar a continuación su cuerpo, refrendando la frutosidad, melosa y una selecta crianza, con notas de roble, muy bien integradas, que le confieren singularidad, con algunas notas amargas. Taninos dúctiles.
70% Tempranillo, 20% Garnacha y un 10% de Merlot. 18 meses en roble francés Allier.