Neto sabor lácteo, de gran enjundia y agrio, enormemente concentrado, a leche pura de cabra, al que la pasteurización apenas ha atenuado. Crema y más crema, una mantequilla sustanciosa, de gran nobleza, con caracteres ácidos y amargos conjuntados, siempre expresados con maestría, sin ningún exceso. Uno siente con verdadero placer su deslizamiento por boca, que queda extasiada. La curación va de uno a dos meses y medio, dependiendo de la época del año.